Punta Querandí dio que hablar en la última semana por la caída del puente que conecta a la región con el resto del distrito. El hecho causó estupor y escándalo entre los vecinos. Imposibilitados de acceder a agua potable, ir a trabajar o el colegio, como también recibir auxilio ante una emergencia. El video muestra las penurias. Horas de sumo enojo y una Municipalidad que no da la talla. El drama continúa.
13-08-2015
Los habitantes de Punta Querandí, ubicado en la zona límite entre Tigre y Escobar, viven momentos de tensión luego que el mal tiempo de la última semana y los fuertes focos de inundaciones generaran la caída del único puente que conectaba con la zona continental, una obra realizada por la Municipalidad deficientemente, pero que era la base para ir a trabajar, a la escuela y permitía que, en caso de emergencia, llegara una ambulancia o camión de bomberos, como también la provisión de agua potable que escasea.
Un panorama desolador para los vecinos que, en algunos casos, veían cómo el agua además llegaba hasta la costa de sus propias casas.
Ellos llevaban años pidiendo que el puente fuera arreglado pero eso, no obstante, nunca sucedió. El temporal de noviembre pasado había hundido un extremo del puente y el más reciente terminó de desplomarlo, dándole la razón a todos los que, en este tiempo, exigían mejoras y no fueron escuchados por las autoridades locales, primero comandadas por Sergio Massa y ahora Julio Zamora.
Esto último fue el jueves pasado. Un día más tarde, el viernes 7 de agosto, la comuna pasó por la zona y retiró lo que quedaba del puente hundido, prometiendo uno nuevo, aunque sin plazos de inicio para la obra ni especificaciones concretas.
Mientras tanto, los problemas de incomunicación persisten y la situación en algunas partes es particularmente tediosa.
"Antes de las elecciones se llevaron el puente. Y del otro lado riéndose el delegado de Dique Luján Hugo Carrillo y Alejandro Furlong (concejal del Frente Renovador local), porque ni siquiera alcanzaron agua potable ni garrafas, ni dijeron cuándo iban a colocar el puente, dejando a los chicos sin poder asistir al colegio y a la gente sin poder ir al trabajo, o teniendo que dar unas vueltas impresionantes que no se justifican", explicó Fabiana Serisier, una de las damnificadas que, a la hora de estos episodios, estaba trabajando y recibía la información de lo ocurrido con perplejidad.
En diálogo con Buenos Aires 2punto0, Fabiana relató que trató de comunicarse con el actual jefe comunal, Julio Zamora, interino desde la renuncia de Sergio Massa en diciembre del 2013. Primero no la atendió, después sí pero cortó sin explicación alguna y, más tarde, dejó un mensaje sin abordar el meollo de la cuestión, poniendo más nerviosismo a todo este asunto.
El marido de Fabiana, Carlos, también recuerda que en Querandí no tienen una calle perimetral para facilitar la salida del lugar en vehículo. La única posibilidad es atravesar el country cercano a la zona, pero los dueños de ese complejo llegaron a colocar un portón gigante para impedir su paso meses atrás, portón que éste pasó por encima, ganándose una causa penal en la Justicia de Campana.
Como van las cosas, Querandí parece más un laberinto sin salida que un barrio integrado a un municipio.
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